"La era de los prodigios"

lunes, 27 de mayo de 2013

¿Dos de azúcar?

"Me acerqué a ti, fingiendo casualidad"
¿Cómo tú por aquí? ¿Cómo tú aquí, en este instante? ¿Cómo tú aquí, compartiendo oxígeno?
"Me acerqué a tí, fingiendo casualidad" con unos cuantos años de más y unas cuantas experiencias de menos.
¿Cómo tú por aquí? Dime, ¿cómo te trata la vida? ¿sigues reflexionando septiembres en marzos? El café medio frío, medio caliente o ¿te has pasado al bando de los que se calientan las manos con el vapor?
Veo que tu mirada sigue buscando universos paralelos, ¿has encontrado el tuyo ya? Yo lo encontré, en la Luna Nueva, esa de la que todo el mundo se aburre porque no la pueden ver.
¿Cómo tú por aquí? Te imaginaba muy lejos, tal vez bajo el sol del Trópico, tal vez en el frío de la Rusia del Zar e incluso bajo tu cama compartiendo miedos y monstruos que viven bajo nuestros pies.
¿Cómo tú por aquí? ¿Libros con finales felices o prefieres la novela negra? Ay, no has cambiado nada, prefieres las biografías.
"Me acerqué a tí, fingiendo casualidad" haciéndote creer que la vida me mantiene ocupada cuando en verdad, vivo relajada con plantas, té, folios y camas deshechas. Ah, y whisky. Agitado, removido, vomitado.
Manos frías, corazón caliente.
Mirada fría, corazón ansioso.
Alma fría...mundo incierto.
"Me acerqué a tí, fingiendo casualidad" pero ya me voy, tus ojos no quieren verme, tu mirada no quiere traspasarme. Me voy arrastrando los pies y tropezando con el viento.
Prepararé té. Y café.
"Ya que has vuelto podrías pasarte, te sabes la dirección"
Eso decían mis ojos, que no consiguieron traspasar los cristales tintados de tus gafas de sol.

sábado, 25 de mayo de 2013

VII

Nos cogió por sorpresa a todos, haciéndonos aún más daño si cabe, llenándonos de preguntas sin respuesta, de enfado con el mundo, de querer comprender por qué. ¿Por qué a nosotros? ¿Por qué todo tan deprisa?
La vida una vez más ha decidido someternos a una prueba, la más dura, que no es otra que perder a una persona que protagonizó mi infancia y que educó a mi tía, la eterna montaña rusa de sentimientos que tan pronto nos regala momentos de risa hasta sentir agujetas en el estómago como también provoca que se nos caiga el mundo encima al verla llorar, y a mi padre, mi ejemplo, mi fuerza, mi apoyo, mi eterno compañero de bromas, mi primera persona en la lista de gente a las que prohíbo llorar delante mía. Todo ello con ayuda de mi abuela, sin duda la que peor lo pasará sin tí, sin tu presencia por casa, sin tu tazón de café caliente y pan por las mañanas.
¿Sabes? Nos has dejado a todos con un nudo en la garganta y con esa dichosa lágrima al borde del precipicio, esa que tanto me empeño en esconder, ya sabes, por el efecto dominó, que si cae uno vamos todos detrás.
Hoy la luna brilla más que nunca dándonos fuerza, animándonos a seguir adelante, animándonos a vivir mientras miramos hacia arriba, intentando buscar ese mínimo detalle que nos diga que ahí estás, cuidando de nosotros, atento de que todo vaya bien, pendiente de que salimos adelante. No te preocupes abuelo, saldremos, danos tiempo y ya verás como en nada te lo demuestro, en Julio llego y te lo cuento, y sin llorar eh?
Ha pasado un día y ya te echamos de menos, la casa del pueblo está tan vacía... a la abuela se le queda grande pero haremos por llenarla de nuevos y grandes recuerdos, empezando por los cimientos; mira fíjate que hasta hoy tía Merce ha gastado alguna que otra broma en el salón, lucharemos por ser felices abuelo, ya lo verás.
En todos nosotros hay un cachito tuyo. Mira, Papá tiene la forma del pelo igual, ¿que no? a mí no me la da, esas entradas son iguales que las tuyas. Tía Merce es muy Tierno como ella dice, también tiene la manía de guardar recuerdos (y el mismo sentido del humor que Papá, sí, eso también es tuyo aunque no lo sacaras muy de vez en cuando a relucir) *Ah, y por cierto, yo lo he heredado, pero mi imbecilidad alcanza límites ya más elevados* y ambas tenemos la misma obsesión por el chocolate que tienes tú aunque de eso ya te habrás dado cuenta en las eternas luchas por las trufas o los bombones, confieso que las cogía de dos en dos. La prima Elena tiene exactamente tu mirada, es igual, los mismos ojos, pero si hablamos de parecidos el Óscar es para Miguel. Y Edu y yo nos quedamos con la mejor de tus aficiones, leer.
Fíjate lo que es la vida que hasta hoy me ha hecho un regalo. ¿Adivinas cuál? La C A S U A L I D A D.
Mi número preferido es el 7. Y ahora también es tu número, eso tiene que ser bueno.
El aleatorio de mi móvil decidió recordarme una vez más que la banda sonora de mi vida es la de Amelie, y nada más salir del pueblo comenzó a sonar con fuerza, recordándome que la vida sigue, que si te caes te levantas y que rendirse NO es una opción.Que hay que ser fuertes, al menos para coger impulso; que conmigo la vida no puede abuelo, que no, que me niego, que se acabó.
Van a ser días difíciles, ya no oiremos más tus pasos y el arrastrar de tus pies de madrugada cuando no podías dormir, ni tampoco oiremos más tus ronquidos en la siesta *o a cualquier hora del día* que tantas risas nos han provocado de pequeñas, ya no estarán tus cubiertos *sólo tuyos* en la mesa ni tu "¿Niña, has cogío la llave? No te olvides de cerrar pa' cuando vuelvas". Nos quedan los recuerdos, y que me vas a tener que ayudar, que soy guerrera pero no puedo sostenerme a mí y a la vez a Papá, que necesito fuerzas y que cada noche me hagas el favor de que la Luna brille, para alumbrarnos a todos un poquito y que así sepamos avanzar.
Tú no te preocupes que nosotros desde aqui abajo miraremos siempre hacia arriba, dedícate a observar este mundo de locos y acorta las noches, que dan demasiado rienda suelta para pensar.
Tu resérvame el cráter derecho, que me he dado cuenta que es bonito.
Hasta siempre abuelo.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Primavera con sabor a Invierno

Té frío y nubes grises en pleno mayo.
Muchas golosinas, mucho chocolate y pocas ganas de enfrentarme al espejo.
Gatos negros de ojos verdes con 6 vidas gastadas, última oportunidad, no puedes saltar sin arnés.
Tacones para pisar fuerte a pesar de estar reconstruyéndome por dentro, pásame escayola y yeso y ladrillos para tapiar al corazón.
Apuestas estúpidas con el mundo para fingir una recuperación masiva de la alegría que se fue con el viento.

lunes, 20 de mayo de 2013

Tardes de invierno por Madrid

A mi me dijeron "Ire, escribe mucho, muchísimo, siempre que lo necesites, pero escribe" y quizás me esté tomando el consejo demasiado al pie de la letra, pero es la única forma que tengo de desconectar. Bueno, en realidad no, porque es empezar a crear y lo único que me salen son palabras para tí, aunque alomejor no las entiendas porque no sería la primera vez.
Pero tengo la necesidad de desahogarme por dentro, por fuera, por la cima, por los pies, por las manos, por los ojos. Echar a correr, escapar... huir... huir de estas cuatro paredes que cada vez se cierran más sobre mí, convirtiéndose en una maldita cárcel de recuerdos que me niego a borrar, puede que me autolesione con ello, pero sinceramente me da igual, por eso todo está tal y como lo dejaste, en su sitio, colocado, extrañamente ordenado.
Un orden del que no me quiero deshacer, por primera vez en mi vida quiero que todo se quede tal y como está, no quiero modificar ni mi habitación, ni mi cartera, ni mi móvil. No me da la gana.
Este frío en mayo no es normal, así como tampoco lo es el frío que siento por dentro, ni tampoco son normales las pocas ganas que tengo de nada, no sé si esta vez me estarás entendiendo.
Este frío de mayo me recuerda a octubre, a noviembre, a diciembre, a enero, a febrero.
Qué curioso, hoy es 20 de mayo. Y hoy también llueve, ¿recuerdas?
También es curioso que justo ahora esté sonando Turning Tables.
Que me comen los recuerdos, me come tu risa en mis malditos sueños y ese maldito vacío que se agranda cada vez que respiro.
Sabes no tengo ni idea de cómo actuar porque estoy totalmente a la deriva, me empeño en centrarme, en mantener la mente ocupada, en reirme con mi hermano pero sabes tan bien como yo que no funciona, que no es suficiente, que NADA es suficiente.
Supongo que esto es como todo ¿no? Que será cuestión de acostumbrarse, de ir poquito a poco, paso a paso pero mira te voy a ser sincera:
No quiero dar ese paso ni continuar con el siguiente.

Deseos de cosas imposibles

Igual que el mosquito más tonto de la manada, yo sigo tu luz aunque me lleve a morir, te sigo como le siguen los puntos finales a todas las frases suicidas que buscan su fin.
Igual que el poeta que decide trabajar en un banco, sería posible que yo en el peor de los casos le hiciera una llave de judo a mi pobre corazón haciendo que firme llorando esta declaración:

"Me callo porque es más cómodo engañarse, me callo porque ha ganado la razón al corazón. Pero pase lo que pase y que otro me acompañe en silencio te querré tan solo a tí"

Igual que un mendigo cree que un cine es un escaparate, igual que una flor resignada decora un despacho elegante, prometo llamarle amor mío al primero que no me haga daño y reír será un lujo que olvide cuando te haya olvidado.
Pero igual que se espera como esperan en la Plaza de Mayo, procuro encender en secreto una vela no sea que por si acaso, un golpe de suerte algún día quiera que te vuelva a ver, reduciendo estas palabras a un trozo de papel.

"Me callo porque es más cómodo engañarse, me callo porque ha ganado la razón al corazón. Pero pase lo que pase y que otro me acompañe en silencio te querré tan solo a tí"

Soy mosquito, soy punto final y frase suicida, soy poeta *al que nadie entiente*, soy mendigo *de besos*, soy flor resignada a secarse en un despacho elegante, pero sigo siendo risa cuando los míos me abrazan y me secan las lágrimas, sigo creyendo en los golpes de suerte y en la     M A G I A y me encantaría reducir estas palabras a un maldito trozo de papel.


domingo, 19 de mayo de 2013

Te declaro la guerra.

Es como si un huracán de recuerdos haya arrasado toda la ciudad. Lugares que antes eran puntos de encuentro ahora son caminos que sorteo sin levantar la cabeza, sin mirar, sin obervar para no sentir, pero a quién pretendo engañar, no ver no significa no sentir y mucho menos no recordar.
Un torbellino de palabras y magnetismo invaden mi cabeza cada vez que cojo aire, y la mierda del ser humano es que para vivir tenemos que respirar, asique cada inspiración trae consigo otra batalla más contra las lágrimas, y así cada minuto; y no te creas, es duro sobre todo cuando piensas que ya te has estabilizado o que, al menos, el oxígeno te aporta una mínima tranquilidad, y de repente todo el peso del mundo vuelve a por mí empeñado en que le sostenga a mis espaldas y joder, que mis espaldas están llenas de contracturas y de huellas de tus manos, ¿para qué mierdas voy a tener que sostener yo el peso del mundo? Si para mí el mundo ha perdido todo significado desde que se tiñó de blanco.
"Bueno el blanco es un color que da tranquilidad, que no altera, que relaja" 
El blanco ha perdido toda esencia, el blanco ahora significa haber borrado con un torbellino de patadas a la almohada y de charlas con la luna todo cuanto había conocido y aprendido. El blanco significa shock emocional, el blanco significa comenzar a pintar con un pincel y unas acuarelas sin agua.
Que sentirse perdido no es ir a Madrid y de repente meterte en una calle y no saber en dónde te has metido. Sentirse perdido es estar rodeado de gente y aún así sentirse completamente solo. Estar perdido es quedarte mirando a través del cristal y no sentir absolutamente nada, repito, mente en blanco. Estar perdido es no saber sentir otra cosa que angustia; ni odio, ni rencor, ni miedo. Solo angustia, angustia que te recorre desde el primer pelo de la cabeza hasta el dedo meñique del pie izquierdo, pasando por la columna vertebral, por ESA costilla, por el OMBLIGO, por la RODILLA.Sentirse perdido es pasar las noches en vela y no poder solucionarlo. Sentirse perdido es obligarte a despertar por la noche a las 4:32 de la madrugada para no sufrir cuando te despiertes por la mañana y veas que la pesadilla es real.
Que el frío en ese banco se ha quedado agarrado con uñas y dientes a mis huesos, que si el reloj antes se paraba y eso me hacía feliz, ahora se para alargando aún más las horas y estirando los segundos de una manera enfermiza y cruel, ralentizando el tiempo y haciendo rememorar dentro de mi iris esa mirada que no pudiste sostener.
Ya pueden llegar inviernos fríos, que no superarán a la frialdad a la que me he acomodado ahora, fiel compañera que me ayuda a estar distante en un mundo donde nos rifamos el Óscar al que más aguante fingiendo una sonrisa.
"Al preguntar si está más animada, inspira y dice que al irse él entraron tinieblas"
No sólo tinieblas y nula visibilidad para ordenar las ideas. También mi corazón decidió abandonarme, está dolido y enfadado conmigo "tú me prometiste que esta vez no me harían daño", si pequeño, lo prometí.
Y ahora el pobre ha hecho el petate y de despedida me ha dedicado un sutil corte de mangas. Asique he creado otro. De cristal. Así no puedo prometerle que no le harán daño, porque el cristal es un elemento condenado a romperse en mil pedazos. Ahora no mide más de 2 milímetros y late para que yo pueda vivir. Lo mínimo, dice que no quiere sentir y que el otro se fue "desatado y dilatado de tanto latir" y que él no quiere eso, por lo que ha creado una República Independiente dentro de mí. Dice que el partido principal es el Partido en Obras, porque según él, dice que todo mi cuerpo se está reconstruyendo y que a partir de ahora dominará el lema de que si algo me destruye, rápidamente se construirán andamios. Que si sufro es elección mía, pero que si lo hago no estoy sola.
Mi cerebro no opina, está harto de mí. Dice que jamás aprenderé y que está hasta las narices de intentar hacerme reflexionar, asique le ha declarado la guerra a mi corazón de cristal republicano y militante del Partido en Obras. Pero yo no me meto. Allá ellos, que son como dos niños pequeños.
Que sí, que estoy en un maldito pozo, oscuro, frío y húmedo con 150.000 cuerdas ofrecidas para que escale al exterior; pero por el posible riesgo de ser un poco niña de Ring prefiero sumirme en la más gratificante oscuridad con mi té negro, mis palomitas y un portátil. La razón es sencilla: en el mundo puede haber mucha luz, puede haber muchas luciérnagas y puede haber incluso linternas de estas de los Scouts, pero que si esa luz no viene de donde tiene que venir, a mi esa luz no me alumbra ni una cuarta parte del camino. Sí, ese camino que me ha tocado tapiar a mi solita. Sí, ese camino que he tenido que vallar yo solita. Sí, ese camino que me dirige a ti.
Que me encuentro ante una montaña, enorme, E N O R M E y que yo no sé si mis pulmones asmáticos van a poder con ella. Pero por suerte cuento con mi corazón de 2 milímetros, mi cerebro revolucionario y las manos amigas de todas aquellas personas que en las últimas horas han hecho de este mundo frío y distante un mundo de "eres una guerrera" y de "mañana te despiertas, te miras al espejo y piensas en que el mundo es tuyo".

viernes, 17 de mayo de 2013

Inspira


Tan sólo hay que echar la mirada atrás para ver todo lo que fuimos. En muchos casos hemos madurado mucho, otros menos, algunos hemos aprendido de los errores, otros simplemente nos limitamos a saber que están ahí y nos los echamos a la espalda como un lastre moral más.
Yo no sé si he madurado más o menos, no sé si he aprendido de los errores o mi dolor de espalda está causado por ellos, no sé si sigo manteniendo vivos mis sueños y no sé si me he hecho más soñadora en mis ratos libres. No sé si he llegado a comprender el mundo y el por qué de las desgracias de la vida. No sé si soy fuerte o soy débil y no sé si soy capaz de sacar sonrisas a la gente.
En verdad tengo 19 años y no sé mi función en el mundo, no sé nada y empiezo a pensar que a mis pulmones asmáticos el ahogo no les viene nada bien.
Comprendo el mundo, comprendo su evolución y comprendo a las personas, comprendo sus vidas, comprendo sus problemas y mi corazón bohemio se apega muy rápido a ellos, dilatándose cada día más al latir por y para los que me importan.
No sé si mi función es haceros sonreir, calmaros cuando la vida se os vaya de las manos o simplemente ser mera acompañante de reflexiones a las 4 de la madrugada.
No sé si soy de café o de té, o de las dos, no sé si soy de helado de vainilla con cookies o de stracciatella. No sé si soy sugus de fresa o de mora y tampoco sé si mi manía de querer ser libre me traerá buenas o malas consecuencias.
No sé si sirvo para derribar mis muros, para ayudaros a vosotros con los vuestros o para que me ayudéis vosotros a mí. No sé si soy valiente y dejo que los problemas me dominen cuando no encuentro soluciones al alcance de mi mano. No sé si esconderme tras la Partita Nº 2 de Bach me ayuda a reflexionar o simplemente me ayuda a desconectar. No sé si valgo para escribir, para hacer soñar o simplemente para haceros pasar el rato con mi mundo absurdo de desorden ordenado que muchos no entendéis.
No me gusta que me digan que vivo en mi mundo aparte, donde yo creo, fabrico y moldeo mis realidad soñada, esa que nadie más que yo puedo entender, que de qué me sirve si nadie puede llegar a tocar esa neurona que dentro de mi mente lleva días marginada en una esquina.
Sé interpretar miradas e iris cansados, sé cuando esa vela se apaga y ya no va a volver a encenderse porque la lluvia no deja de caer sobre ella, sé cuidar de los míos e intento dar lo mejor de mí. Sé sonreír hasta cuando la última célula de mi cuerpo está cansada de fingir, sé ponerle al mal tiempo buena cara y tengo carácter, mucho, para las injusticias.
También sé ayudar a dar el paso aunque yo no sea capaz de dar el mío, me emociono con la vida e intento disfrutar de ella, aunque muchas veces me empeñe en pensar que no soy más que un puro trámite que ha chocado con otros meros trámites.
Pero he llegado a la conclusión, una princesa me ayudó a llegar a ella, de que en la vida lo único que hay que conseguir es ser feliz y hacer feliz a los demás, cueste lo que cueste. Que no podemos dejar que los problemas nos dominen, que tenemos que aprender a minimizarlos, sin dejarlos de lado, sabiendo que están ahí, pero sólo afrontarlos cuando de verdad estemos preparados porque de otra forma nos quitarán lo único que tenemos, y es precisamente la vida. Que yo sigo sin saber para qué estoy aquí, si, pero al menos, ya que no sé mi función en el mundo que se piense en mí como alguien que es feliz aun cuando no siempre se puede.

jueves, 16 de mayo de 2013

El día de hoy, a mi no me representa.







"Dices que a veces no comprendes qué dice mi voz, cómo quieres que yo sepa lo que digo, si entre los dedos se me escapa volando una flor y yo la dejo que me marque el camino"
-Mi hermano
-Los pequeños regalos que me da la vida
-Descubrir nueva música indie
-Ser diferente a los demás
-Mis pies pequeños
-Mis pecas en verano
-Mis ojos
-Descubrir personas cada año
-Perdonar, reconciliarme con mi conciencia
-Casas de Miravete
-La nevera rosa
-Ser pilar para alguien
-Santi Balmes y su mundo absurdo
-Mi mundo absurdo
-El olor a campo
-Que cada vez más gente se preocupe por mi
-Mis cajas de recuerdos
-Todo aquello que me recuerde a las distintas personas que han pasado por mi vida
-La lluvia
-Los abrazos
-No ser capaz de discutir sin llorar
-Mi fuerza que sale cuando pienso que ya me ha abandonado
-Mi música indie
-Limpiar mi viola con la que empecé a tocar
-Pasear sola con mis cascos
-Madrid y todas sus calles
-Andar por Madrid, con todo lo que ello conlleva
-Escribir
-Starbucks, café y charlas
-Llorar mientras me abrazan
-Dar consejos
-Plantearme mi vida lejos de aquí
-Soñar
-Soñar despierta
-Kaura y litros
-Mario Benedetti, Paulo Coelho.
-Sacar sonrisas
-Mi padre
-Los Beatles
-El color verde pistacho
-Recordar con una sonrisa
-Viajar
-Imaginar mi vida lejos de España
-Té y palomitas, oreo y mantas de zebra
-La piel de gallina
-Lunares
-Los hoyuelos
-El mar
-El atardecer
-La brisa de verano
-Cantar
-Luchar por lo que quiero
-Los cambios
-Haberme caído miles de veces, y seguir aquí

Y a pesar de que son muchas cosas, ahora mismo, nada es suficiente. 

miércoles, 15 de mayo de 2013

Paren la vida

Paren la vida, me quiero bajar.


Retroceder en el tiempo, pausar momentos, detener la vida en ese preciso instante para poder observarlo indefinidamente. Fotografiar miradas, parar las agujas del reloj, ¿quién le ha dado permiso a la vida para que pase tan rápido?
Tal día como hoy hace un año acababa de cumplir, como quien dice, 18 años, y a día de hoy, ya tengo 19. Hace poco más de un año había vivido exactamente 7 meses inmersa en un 2º de Bachillerato rodeada de personas que llevaban acompañando mis pasos y mi camino desde que tenía 6 años.
¿Dónde han quedado todos esos años de experiencias, de recuerdos, de vida?
A                   T                      R                        Á                       S.
Atrás dejé una ristra de momentos vividos con personas geniales, todos a su manera y ahora, soy universitaria, futura periodista y tengo una mente llena de ideales y ganas de cambios. ¿Dónde está esa adolescente rebelde con las uñas negras, flequillo recto y cuatro suspensos con un 3 en el boletín de notas? 
¿Dónde están esos recreos escondidas en el baño para no bajar al patio? ¿Dónde están esas pilladas de Isabel cuando nos recorríamos el colegio entero para perder clase? ¿Dónde se quedaron esas tardes de estudio eternas acompañada de esa pequeñita persona gritona? ¿Y las quedadas a las 8.15 donde siempre, a la hora de siempre, para hacer lo de siempre?  ¿Y las ganas de besarle los pies a Juan cuando en los exámenes de historia metía lo que me había estudiado? Por favor que alguien me diga dónde narices se han quedado las expulsiones al pasillo en la clase de religión y las broncas de Toñi al inventarme toda la cultura en los exámenes de griego. ¿Y los ataques gratuitos de Escolano hacia mi persona? ¿Y los buenos días de los profesores? ¿Y las noches de estudio con esas surrealistas conversaciones por whatsapp? ¿Y Selectividad? Selectividad... esa palabra que nos martirizó la cabeza durante todo un año y que ahora no es más que un recuerdo de noches sin dormir, DNI, pegatinas, y apuntes esparcidos por la habitación. ¿Y la G38? ¿Qué ha sido de ella? ¿Qué ha sido de las lágrimas, de la emoción, del discurso de graduación? ¿Dónde está ese miedo irracional de caerte al subir las escaleras con los tacones? 





Sabéis, atrás quedaron los años más felices de mi vida. Mi adolescencia. Plagada de miedo, de inseguridad, de corazón desbocado, de las primeras borracheras, de las escapadas nocturnas en pijama, de las fotos en el Parque de los Patos, del descubrimiento de la cerveza, de errores, de rebeldía, de búsqueda de identidad. Atrás quedaron mis experimentales 12 y 13, mis rebeldes 14, 15 y 16, mis errores de los 17, mis ganas de los 18. 
Atrás quedaron los sueños y las ilusiones puestas en el esfuerzo, atrás quedaron las lágrimas de decepción al suspender Arte, atrás quedaron las agendas llenas de fotos, atrás quedaron las fiestas en el colegio, atrás quedaron las pequeñas clases con los pupitres verdes, atrás quedó mi vergonzosa época choni, mi época rara *más bien estúpida*.
Ahora encuentro un camino con una maleta otra vez vacía, un barco anclado en el puerto de un futuro incierto pero lleno de ganas de irme de aquí, de ganas de cambiar, de ganas de seguir con mi esencia y con mi música indie. Que los recuerdos están guardados en el corazón, las miradas en el iris, las lágrimas en el alma y la inseguridad en el estómago. 
Prometo estar ahí, prometo seguir siendo yo misma, prometo seguir escribiendo, prometo conocer a Santi Balmes, prometo no olvidarme nunca de la música, prometo aprender idiomas, prometo seguir llenando la caja de Pandora, prometo seguir adorando el otoño y la primavera, prometo que la BSO de Amelie seguirá siendo la banda sonora de mi vida. Aunque esté lejos, prometo ser persona

lunes, 13 de mayo de 2013

Mente en abstracto

Porque a diferencia de lo que estamos acostumbrados a pensar, lo abstracto es tangible, no es etéreo; se puede tocar, se puede saborear, se puede acariciar, se puede sentir en lo más profundo del estómago, se puede peinar.
O acaso, ¿no saboreáis el sabor del amor en un beso?
¿Acaso no podéis tocar la decepción o el miedo en vuestro rostro al secaros las lágrimas?
¿No acariciáis la inseguridad que abarca cada poro de vuestro cuerpo cuando os rompéis por dentro?
¿No sois capaces de sentir los nervios en el fondo del estómago y no peináis la flaqueza de vuestras piernas al dar ese paso que os transportará allí donde queréis estar?
No me creo que no sintáis que al cerrar los ojos y soñar que os despertáis en Barcelona, París, Nueva York... no podáis oler sus calles, acariciar sus vistas, sonreir en azoteas.
Es imposible que no sintáis esa corriente eléctrica al ahogaros en el mar de sus ojos.
Que el escalofrío ese que os recorre la espalda y os hace contener la respiración durante unos segundos no  son más que sensaciones que habéis respirado sin daros cuenta, las habéis almacenado, y de repente, explotan dentro de vuestro cuerpo.
Que los deja-vu son opciones de cambiar el transcurso de nuestras acciones y esa sensación tan extraña que sentimos cuando nos vienen no es más que esa inseguridad de cambiar un propio recuerdo que ni siquiera ha tenido lugar aún.
Tenemos que aprender que el aire que entra en cada suspiro son esas aspiraciones a más, ese sentimiento de añorar, esas búsqueda de fuerza que tantas veces nos flaquea y que tenemos que almacenarlo en algún lugar escondidito de nosotros mismos, para echar mano de ese aire, que es puro y que nos vino en un momento de debilidad, para usarlo y poder ser FUERTES. 

miércoles, 8 de mayo de 2013

Suspiros de humo

Estaba enfadada. Muy enfadada.
Su camisa, demasiado grande, revoloteaba acompañándola en su paseo circular por la habitación.
"ese maldito calcetín... ¿qué haces ahí? ¿Se puede saber quién te ha puesto ahí?"
Su propio caos le desordenaba el alma. Su pelo revuelto le ordenaba las ideas. Sus manos frías le congelaban los pies. Por primera vez quería orden. Quería orden en su desorden caótico ordenado.
"¿Tan difícil es que te sientas Domingo un Lunes?"
Buscó su taza de café humeante. Le dió un trago. "Ojalá fueras whisky de Sábado" Estaba frío. Como sus huesos.
La ventana abierta dejó pasar la brisa. Olía a lluvia. A lluvia fuerte. A tromba de agua. Como sus sentimientos. Una tromba de agua a contracorriente sin orden ni concierto aparente. Justo como ella.
Y quiso desvanecerse. Ser gota de agua y colarse entre su pelo. Pasar a formar parte de ÉL. Y meterse en su estómago, y avivar sus m a r i p o s a s, y revolver sus pestañas, y dormir en sus costillas acunada por el
Pum                                       PumPum                                Pum                                             PumPum
de su corazón poeta, que a veces hablaba en inglés y al que ella respondía con gestos, porque de momento no dominaba el acento británico de Shakespeare.
Dejó de dar vueltas en su habitación, pero se dió cuenta de que el mundo no lo hacía. Y se mareó. Como cuando pensaba en ese vacío que ni siquiera la música era capaz de llenar. Le entró v é r t i g o.
Y abrió los ojos. Sin mirar abajo. Ese era su rascacielos. Y tenía dos pilares que lo sostenían bien. Y de repente, dejó de sentir miedo.
"No era miedo, era vértigo"
A veces era testaruda.
Y se dió cuenta de que ÉL ya había sido gota. Y que ya había pasado a formar parte de ELLA. Que movía sus m a r i p o s a s dentro de sus estómago, que revolvía sus pestañas al despertar y que de vez en cuando dormía en sus costillas balanceándose en su lunar. Que era igual que la luna nueva, no siempre le veía pero ella y el universo sabían que estaba ahí. Siendo pilar.
Siendo orden en su desorden caótico ordenado.
Siendo Domingo un Lunes.
Siendo whisky de Sábado.
                    

VeranInvierno.

Mientras tú estés en el Trópico, mis pies estarán fríos. En Agosto. Será como inhalar el aire de mis propios suspiros y espirar una niebla intensa con ecos de risas en Octubre.
Haré filigranas en humos de cigarros ajenos y dibujaré siluetas grises en el cielo de verano, ya sabes, un poco de lluvia entre tanto sol.
C A R T A S solitarias, como el jóker. "¿Por qué taann serio?"
Pues porque el color rojo del carmín no ha dejado su huella en ninguna mejilla, respirar me ahoga *mis pulmones asmáticos no están hecho para extrañar* y los pájaros ya no vuelan conmigo.
Los colibríes, me refiero. Y los de la cabeza también.

Esas filigranas parecen ajenas a cuanto pasa. Me gustaría ser ellas y convertirme en esa brisa de viento o ese olor a OCÉANO. Pero no. Aquí huele a ciudad desierta y a maletas hechas con prisa y varios "por si acasos" de más.
Soy ese viaje a u s t r a l por un cielo sin estrellas y soy mi propia interpretación de tus mensajes por eso, a veces, a media noche aparece la luna nueva, esa que no                         se                                      ve
y viene a hacerme una visita cuando estoy igual de vacía que ella. 
Si fumaras serías cigarro, y yo sería humo. No hay cigarro sin humo, ¿comprendes?

Acostumbrada a la música, me mentalizo de los próximos compases de  E    S    P    E     R     A.
Tú en el Trópico y yo con los pies fríos.
Sin lluvia, pero con la paciencia del SOL para salir después de la LUNA a alumbrar mis días grises.