"La era de los prodigios"

sábado, 3 de noviembre de 2012

Los recuerdos son el mejor recuerdo.

"Arre borriquito, arre burro arre, arre más deprisa que llegamos tarde" 

Recuerdo esa canción con una sonrisa cansada, esa sonrisa que te muestra que tu infancia quedó atrás. Los recuerdos vienen y van y me sumo en ellos, floto y me dejo llevar.
Si cierro los ojos aún puedo recordar la esencia de esa canción, aún está viva dentro de mi. Recuerdo que apenas tenía 3 años y mi abuelo me ponía sobre sus rodillas y me la cantaba una y otra y otra vez y yo jamás me cansaba de escucharle.
Si me concentro mucho más, puedo recordar hasta el olor de su colonia y el tacto de su jersey verde; si ese jersey que se ponía cuando hacía frío por encima de esa camisa de cuadros azules y blancos, también recuerdo sus gafas y los paseos agarrada de su mano hasta el parque. Las noches de Nochebuena en compañía de la enana de Sara antes de que apareciera el bichejo de Jaime; el juego de los colorines que siempre acabábamos tirando por el suelo y él nos echaba una buena bronca porque se perdían la mitad, hasta que llegó un día que casi no quedaba ninguno; yo y mi manía de contar los azulejos azules del baño y ella y su manía de arroparnos a mi prima y a mí tan fuerte que parecíamos croquetas; la ilusión por los regalos de reyes y el chocolate caliente con el que siempre me quemaba la lengua. Yo y mis "Abuela péiname" y ella y sus "No, que luego te quejas de que hago daño". Jaime y su manía de saltar en la cama, cargarse el somier y comernos la bronca Sara y yo...
Es triste que la vida pase así de rápido ¿no? Hace nada yo era una niña preciosa con ganas de crecer, con ganas de ir al cole de los mayores, con ganas de ir sola a comprar el pan y ¿ahora? ¿ahora qué? 
Ahora soy una chica, con más suerte de la que podría haber imaginado, llena de inquietudes y ganas de comerse el mundo, ganas de quererle como merece. Una chica de ojos raros que no quiere crecer, que se quiere quedar así, que la da un poco de reparo el futuro, que viviría de 24 en 24 y que se pasaría las horas muertas escuchando indie y recorriéndose uno a uno sus lunares. 
La infancia pasa para todos, y los cambios se suceden sin que podamos hacer nada. Ni siquiera sé por qué me he puesto melancólica ni por qué me he puesto a recordar. Será la lluvia, será este otoño que lo congela todo o simplemente será que te echo de menos. 

Puentes con sabor a domingo.

Si no tengo concentración para estudiar espero tener al menos concentración para ti, aunque es una tontería plantearse eso, sé de sobra que no sales un segundo de mi cabeza.

                                                                                                                                                 3. 11. 2012
Buenas tardes, mi nombre es Irene aunque todo el mundo me conoce como Ire, solo por ser tú podrás elegir cómo llamarme, aunque sabes de sobra cual es mi preferencia.
Te traigo el contrato que el otro día te dije que firmaría con los ojos cerrados. Tómate el tiempo que necesites para leerlo, hazlo atentamente pero tranquilo que en este, a diferencia de en todos los demás no hay letra pequeña.
A continuación te enunciaré las condiciones a firmar; son pocas, sencillas y fácilitas asique no tienes de qué preocuparte amor.
1) 24 horas al día.
2) Durante 365 días de cada año.
3) Para el resto de nuestra vida.

¿Ves? ¿A que no es nada? :)
Sobra decirte que esto no es más que mero papeleo, ambos sabemos que no necesitamos de estas palabras ya que yo al menos firmé hace 3 meses.
Ahora solo tienes que decidir si firmas tú también o no. ¿No tienes boli a mano? No pasa nada, me conformo con un beso.
Te quiero.



jueves, 1 de noviembre de 2012