"La era de los prodigios"

lunes, 28 de octubre de 2013

Metáfora Fútbol Americano

 Me empeñé en enterrar mi tiempo en un reloj de arena, para poder volcarlo y utilizarlo cuando yo quisiera, o para paralizarlo y no girar el reloj y así evitar que, sin frenos, se derramara

como agua
entre tus dedos.
 

Simplemente por el placer de observar(te) limpié las ventanas de mis retinas y dejé que através de mi cortina se colara curioso, como un niño, tu sol. Porque sé que tienes miedo, que no entiendes nada y que ahora mismo sólo quieres esconderte para pasar desapercibido.
Pero... ¿aún no te has dado cuenta de que mis ojos saben encontrarte?
Vergonzosos
Estúpidos
Adolescentes
Con el folio en blanco de mi mente formaste, sin saberlo, un tapiz de sueños, bordados, delicados, con imágenes en blanco y negro.
Pero tintaste mis labios de rojo
y le diste calor a mis manos, frías, por no rozarte hasta entonces.
Y de un trago te bebiste mi sonrisa. Y con un suspiro avivaste mi alma azul, perdida ya, entre tus andares tan...
 C A R A C T E R Í S T I C O S
 como tu mirada...
C
U
R
I
O
S
A
tu sonrisa...
J U G U E T O N A
o tu expresión...
A M A B L E
Supongo que la vida es esto. Acoso y derribo.
Y debes tener complejo de quarterback porque a mi...
ya me has derribado por completo.

martes, 22 de octubre de 2013

Butaca 12, fila 5. Toma asiento

Querido Octubre,
Llegaste hace 22 días disfrazado de Septiembre mientras jugabas a esconder las mantas y los colchones en el fondo del armario.
En mi caso también escondí  los recuerdos de verano, los rayos de Julio y el alcohol que me sobró en Agosto.Así como la caja de música de tu respiración en mi oído y los guantes de seda que cubrían tu tacto.

Ay Octubre, que poco te falta para ser Noviembre y que poco me falta a mí para querer ser siempre Domingo.
Por fín ha llegado la época de palomitas dulces o saladas, con calcetines gordos y mantas compartidas o por compartir. Llegó la lluvia y con ella miles de miradas reflexionando a través del cristal de la ventana, en el séptimo piso (de tu cielo) de algún bloque. Llegó el viento para alborotar tus ideas y peinar mi pelo mientras corro detrás de ese bus que parece no querer esperarme nunca.
-como la vida, que ya no me deja mantener pulsado por más tiempo el botón de STANDBY-
Llegó la niebla para ayudarme a ver entre la bruma, para acariciar las nubes que deciden bajar a mi asfalto.
Llegaron las noches de píes fríos y alcohol barato para calentar el estómago y enfríar los sentidos, llegaron las noches de manta hasta las orejas y si te he visto -no es que no me acuerde- no te quiero recordar.

Llegó el otoño y con él mi invierno.
Comienza mi recorrido por mis lunares, por mis pros, por mis contras, por mi reflejo en el espejo, por mis manos frías, por mi corazón inquieto.
Comienza mi paseo por tus ojos, por tu sonrisa, por tu forma de mirar, por tu estúpida manía de querer hacerte notar.
Comienza mi viaje por tu almohada, por tus sueños, por mis comedias españolas, por tus tragicomedias.
Tengo dos entradas para la película de mi vida, ¿quieres ser el prota?
Serán 2'90, por las molestias, que yo ya me había olvidado de estas cosas.

martes, 1 de octubre de 2013

Café frío, miradas vacías

El sitio en el sofá ya tenía su marca, hecha a propósito para borrar sus caderas, sus curvas, sus medias sonrisas entre costilla y costilla.
Llevaba horas haciendo zapping. Quizás días. Quizás semanas.
Desde que ella dejó de pasear su culo por el pasillo y sus sábanas había perdido la noción del tiempo, ese que había aprendido a medir a través de sus suspiros.
Pasaba canales. Palabras entrecortadas que creaban frases sin sentido.
O alomejor era su mente la que ya no sabía ordenarlas. Sus palabras navegaban en olas de alcohol sumidas al son de sus bocanadas de humo. No quería recordarlas.
Cerró sus ojos para encontrarse a sí mismo y sólo la veía a ella * por dentro* como nadie más que él podía verla. 
Plena
A la vez invisible
Tan lejos
Tan cerca
I N F I N I T A

Tan pequeña

Y echó de menos dibujarla sin más luz que la que entra por la persiana nada más amanecer.

Un filete se enfriaba en el plato. Un cigarro se consumía en el cenicero. Una litrona de cerveza se calentaba a sus pies. Su guitarra yacía desafinada. Había olvidado lo que era vivir acompañado tan sólo de sus miradas perdidas a través de la ventana, había olvidado lo que era cantar para alguien.

Sus espejos ya no escribían "vuelvo pronto" en carmín rojo.
Tampoco el vapor de su ducha escondía más besos. Ni sus sábanas más juegos de almohadas.
No más copas de vino rotas.  No más su camisa rota.

"Come on, Come on, Come on"

 Susurros. Risas.
Sus dedos haciendo zapping por un cuerpo ajeno.
Él quiso olvidar su pesadilla en otros labios.
Lo que no sabía es que los suyos estaban condenados a no sentir otros besos.