ARRIBA
De a
ABAJO
No paraba quieta en su silla, él intuía que ella sólo tenía ganas de salir de ahí, que ella sólo quería volar.
Y por primera vez en su vida pensó "Ojalá fuera alas".
Lo que él no sabía es que con cada mirada ella volaba un pelín más alto.
Probó suerte otra vez. Y sus ojos recorriendo su silueta se encontraron con los suyos. Y hubo tanta electricidad que el corazón de ambos sufrió un cortocircuito. Durante un milisegundo estuvieron muertos para revivir cuando el rubor alcanzó sus pecas.
Ambos estaban perdidos. Y no sabían si se habían encontrado.
Ella estaba indecisa, cautelosa pero deseosa de saber, de conocer, de reír, de componer sonetos en su espalda.
Él ya estaba pensando en los acordes para otra canción y disfrutaba divertido del placer de hacerla enrojecer. Aún nadie sabía que lo que más ansiaba hacer era un book con miles de imágenes grabadas en su retina viéndola amanecer.
Ambos estaban perdidos. Y no sabían si se habían encontrado.
Lo que ellos no sabían era que seguían siendo dos completos extraños, pero que habían aprendido a leerse con los ojos.
Ella también quería aprender a leerle en braille.