"La era de los prodigios"

viernes, 5 de julio de 2013

How wonderful life is

Durante semanas no dejé de repetirme como una espiral de mantras "Todo se va a solucionar, se tiene que solucionar." "Todo se va a solucionar, se tiene que solucionar." De manera impar. 1 vez. 3 veces. 5 veces. 7 veces. 9 veces. Sin llegar al 10, supongo que porque en mi vida no he llegado nunca al 10. En verdad es algo que no me importa, ¿qué es un número? ¿Qué representa? ¿Un orden de prioridades? ¿Una jerarquía?
De qué sirve una jerarquía, un orden de prioridades si estas varían cada día adaptándose a nuestro estado de ánimo.
Un número es la suerte que juega al azar en una ruleta rusa. Un número es la cantidad exacta de patatas fritas que le quitas a tu hermano cuando no se da cuenta. Un número se cuenta, clasifica, pone orden, jerarquiza. Nunca me gustaron los números. Quizás por eso soy de letras. Quizás por eso soy caos. Quizás por eso no soy orden.
Las letras tienen más cuerpo. Más significado. Más forma. Más universos paralelos.
Quizás esto no tenga nada que ver con mi mantra:
"Todo se va a solucionar, todo se tiene que solucionar."
Quizás sí.
El oxígeno ha vuelto a mis pequeños alveolos, las inspiraciones son más profundas, me llenan más. Ha vuelto la inspiración, la tinta, las fuerzas, mi positividad. Ha vuelto la calma en el caos. La balanza se ha estabilizado. He vuelto a volar con la Estrella Polar que de repente vuelve a estar ahí, como un faro. ¿Como el de Alejandría? Por qué no.
Mi reflejo me mira sonriente, me asiente, por una vez sabe que las cosas van bien, que YO voy bien.
Es la primera vez que agradezco esta calma. Yo, la reina del caos, reitero que : "Agradezco esta calma".
Lienzos en blanco salpicados de pequeñas gotas color verde pistacho.
Gato negro de ojos verdes, vente conmigo, que yo sé que me vas a traer suerte. Vamos a andar bajo todos los andamios que nos encontremos. Vamos a pisar las líneas. Vamos a tirar la sal. Rompamos el espejo, que muera con él mi antiguo reflejo.

Que lo único que me traiga mala suerte sean las lágrimas.




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