"La era de los prodigios"

martes, 14 de octubre de 2014

Te "odio"

Era otoño. Octubre. Un Octubre gris disfrazado de invierno. El aire cortaba mis piernas a la altura de mi minifalda. El viento silbaba al pasar entre mis tacones. La lluvia caía débil sobre uno de mis hombros, que se dejaba ver entre mi bufanda y mi chaqueta gris. Desnudo. Pálido. Helado.
No había sol. Ni luna. Ni estrellas. Ay... la contaminación.
El vaho se escapaba por mis labios entreabiertos, secos de tanto suspirarte.

Creo que voy a derramarme. Es el riesgo de voltearme, subirme, bajarme y obligarme a hacer equilibrio al borde del precipicio... o ¿es que te piensas que el cristal nunca se rompe?
¿que el vaso nunca se derrama? ¿que no existen las gotas de más? ¿que no vas nunca a colmarme?
Que me dejas con el otoño y vuelves en primavera, cuando ya la tempestad ha pasado. Me dejas en esta calle sin salida, fumándome mi último cigarro y de repente aparecerás de nuevo, pidiendo fuego y yo sin respuestas y por supuesto sin preguntas, me encenderé sin más, prendiendo tus recovecos.

Y volverá a ser primavera y nos habremos vuelto a saltar esa conversación que jamás tendremos. Volverás, como las golondrinas de Bécquer, guitarra en una mano y cerveza en la otra y me dibujarás un Madrid cálido, sin lluvia, porque a ti lo de mojarte... no te va. En ninguno de los sentidos.
Me mirarás de reojo, con o sin gafas, y miope me besarás frunciendo el ceño mientras me lavas por dentro. Y yo no sabré decir que no. Ni que sí. Simplemente no sabré que decir. Y me interpretarás a tu modo. Me cuidarás un mes, quizás dos y quién sabe si para cuando toque compartir manta te habrás marchado o seguirás aquí, amenizando mis mañanas.

Mientras tanto vuelve a ser Octubre. Otro Octubre gris disfrazado de invierno. Lo cierto es que no te sienta mal el frío... Se te empañan las gafas y las gotas de lluvia resbalan por tu cara... es un bonito cuadro... podría pintarte sin cansarme...
Abrigada hasta el cuello te veo venir y al menos el abrigo me protegerá de futuros golpes.
Eso creo. O eso me gustaría creer.

Has tardado meses en venir, pero vuelves.
Desapareciste, pero vuelves.
Me derramaste, pero vuelves.
Me rompiste, pero vuelves.
Me colmaste, pero vuelves.

Te "odio" pero vuelves.





"Te odio como nadie en este mundo te odiará.
Te odio como no se puede odiar a nadie más"

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