"La era de los prodigios"

miércoles, 25 de marzo de 2015

Mi pincelada favorita.

Una vez hablamos sobre arte y te pregunté, como aquel que pregunta sobre el mayor de los misterios, qué considerabas tú arte.
Y me lo sigo preguntando,
Porque para mí arte es más que Van Gogh o Roger Van der Weyden. Más que Leopoldo Alas Clarín y Lorca. Más que Beethoven o Johann Sebastian Bach.

Aposté todo al marrón de tu mirada y a las líneas que se forman en la curvatura de tus ojos cuando sonríes. Y ojalá que a mí también me salgan arrugas de tanto reír *contigo*

Te pregunté qué era para ti el arte porque para mí el arte es muy extenso. Se extiende más allá de una fotografía a un cuerpo desnudo, más allá de un poema improvisado en el metro de Madrid. Para mí el arte se extiende más allá de una catedral barroca, más allá de la Sagrada Familia de Gaudí. 

Te pregunté qué era arte para tí, qué era la belleza y es que para mí no hay más arte que el brillo de tus ojos tras una cerveza, ese brillo que muchos se empeñaron en plasmar en sus cuadros y que nadie más que yo, hoy por hoy, podría describir.

Arte es un café contigo.
Un verano sin tí y la sensación de que no pasen las horas.
Arte es la sensación de que pasen volando los minutos por más que queramos agarrar a los segundos por la cintura.

Arte es una tarde de invierno paseando por Madrid.
Un recital de poesía, un libro por descubrir. 
Una caricia a tiempo o una cosquilla sin avisar. 
Una risa traviesa.
Un canalla. Tu compás.

Arte son los días contigo. 
Los que ha habido, los que vendrán.
También los que se fueron. 
Los que imaginaste tras la ventana.
Los que describiste con tu pluma.

Una vez hablamos sobre arte y te pregunté, como aquel que pregunta sobre el mayor de los misterios, qué considerabas tú arte.
¿Y aún me lo preguntas? Es que ¿acaso lo dudas?
Arte eres tú. 


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