"La era de los prodigios"

jueves, 24 de abril de 2014

El último trago

Intenté de todo.
Absolutamente de todo.
No faltó nada, salvo tú, por supuesto.
Lo hice todo por olvidarme de todo
y quedarme en nada.

Repoblé mil jardines
y en vez de salir flores, crecieron fotos.
Jardines de recuerdos.
Naturaleza de olvidos.

Cervezas vacías y ceniceros llenos.
Con tus cenizas. Con las mías.
Con las nuestras, si es que eso tuvo alguna vez sentido.
¿Lo tuvo?
Ojalá nunca nada hubiera sucedido.

Faldas de volantes y tequila.
Limón y sal para las heridas.
Que curen, que escuezan
Que cicatricen, que dejen marca
como tus huellas y tus dedos en mi espalda.

No sé qué hacer conmigo
si ya no recuerdo lo que era beber para celebrar.
Últimamente lo mío es beber por beber
y por supuesto, beber para olvidar.

No sé que hacer contigo
si ya no recuerdo como era llegar hasta tu ombligo.
O lo de subir al quinto pino con tu séptimo beso.
¿Recuerdas todo eso?

Yo ya no.
Hace tiempo que me he acostumbrado a vivir en el olvido.
Y me gusta. Hay cerveza y muchos discos de vinilo.
Para encontrarme cuando anochezca
o para perderme en un suspiro.

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