Estoy en la cumbre.

Sí, estoy en la cumbre, en lo más alto de la montaña más alta que podré escalar en mi vida. Estoy encima de la nube mas esponjosa y más grande del cielo. Estoy más allá de la Luna. 

Cambios radicales, cambios enormes, cambios acojonantemente gigantes son los que está experimentando mi vida en apenas unas semanas. Es en estos momentos cuando te das cuenta de que hasta la persona que menos sospechabas que fuera a entrar en tu vida, de repente, Zas! entra y además de una forma brutal; alomejor no entra directamente en la tuya, pero si a través de personas que están bien presentes en tu día a día. De repente una llamada lo cambia todo, o no cambia nada, y durante días experimentas sensaciones que pensaste que jamás ibas a sentir de nuevo. Nuevos hábitos y nuevas formas de pensar de repente machacan tu cerebro y entonces, esas personas a las que tantísimo aprecias se clavan más fuerte y más hondo dentro de ti. Aprendes a disfrutar de tus amigos, y no conocidos, no, me refiero a MIS MUY MEJORES AMIGOS, y a quererles como de verdad lo merecen. Aprendes a apreciarles y a valorarles como lo que de verdad son. 

En definitiva y en resumen, yo he cambiado gracias a mí, gracias a él, gracias a ella y gracias a ellos. Sin ellos no soy yo, y eso es lo que de verdad me ha hecho reflexionar y cambiar. No tengo mucho más que decir salvo GRACIAS, que estoy en la puñetera CUMBRE gracias a vosotros y que OS QUIERO muchísimo.